Estos días han sido duros, entre comilonas, síntomas gripales y un trabajo medio atragantado que por fin he conseguido escupir.
Además no soy muy amiga de las Navidades y todo lo que conllevan (lucecitas de colores, turrón, papanoeles, caramelos, cabalgatas, niños histéricos y un largo etcétera). Por ello creo que lo mejor que pude haber hecho fue ir al cine, ¿a ver qué? pues está claro: "Balada Triste de Trompeta".
¿Por qué razón? Pues por que además de
considerarme fan de Alex de la Iglesia, necesitaba una desintoxicación rápida de tanto amor y tanta cursilada navideña.
Y la verdad es que me ha ayudado bastante...
"Balada Triste de Trompeta" es una historia de ¿amor?, pero de morirse de amor,literalmente.
La verdad es que no me extraña que Tarantino se riese a carcajadas en la Mostra de Venecia, pues Alex de la Iglesia consigue sacar la
cajada en el momento más horrible, tratando la posguerra de las dos españas como nunca antes lo hubiésemos imaginado, como sólo él podría hacerlo.
La película no te deja respirar des
de el principio (increíble, brutal, espectacular...)
hasta los títulos de crédito del final... Salí del cine agotada
de tanta tensión!
Alex de la Iglesia conjuga a la perfección momentos de CINE con mayúsculas con momentos de auténtica locura (momentos absurdos, freaks... o como vosotros le queráis llamar), y se acompaña de una estética increíble (decorados, caracterización de los personajes, ambientación...) todo acompañado con una música... que para qué hablar de ella si la podéis escuchar vosotros mismos:
Este temazo de Marisol, y el que os dejo por aquí abajo de Roque Bañoos, que me parece... sublime!
Y por supuesto el tema de Raphael que da nombre a la película, no puedo parar de canturrearlo a todas horas!!
Pues con estos minutos musicales me despido, espero que vayáis al cine a verla y que me comentéis vuestro parecer.
¡A cuidarse!
